Revisando los cajones de mis recuerdos encontré no una ausencia, encontré rastros de más de una existencia, hojas llenas de polvo, cubiertas por encima, de tinta que se disuelve entre las fibras del papel que casi no dejan leer las palabras. Esas palabras que algunas vez no pude mencionar, estaban como tatuajes en el papel rasgando el más dificil convencimiento que quizá llegue a fallar. Y los años me hicieron encontrarlas y encontré también hojas en blanco que no decían nada pero que hablaban y decía que yo también lo haga, así entablamos una conversación hasta que callaron y tuve que hablar solo...hablar de esas letras impresas, no en la memoria, sino en las paginas de pedasos de papel...
Mis palabras me parecen extrañas,
extrañas por tu sonrisa que ya no recuerdo,
recuerdo lo que eres en el olvido en el que me aplastas,
aplastas mi ausencia me aplastas cuando aparezco.
Hojas blancas, mi concentración no es la misma,
las tetras han encontrado las palabras que ya no son las mías,
son palabras de hojas archivadas por la más astuta melancolía,
son muchas letras de pedasos de papel que se despintan.
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