miércoles, 29 de diciembre de 2010

Gritos.

me distraes en reglas,
me avisas en granos,
me gritas tu dolor a zordos,
y me arrancas las palabras de corcho.

Baila aunque no te vea,
baila aunque el desprecio te encierra,
baila aunque mi vista solo escuche,
y baila aunque su sonrisa te escupe.

Grita como palos rotos,
grita sin la voz de sus ojos,
grita como amarga acidez...
y grita como helmintos de iluminada aridez.

quebradas rotas...
quebradas sus piernas y las jotas,
quebradas mis nauseas y sus dolores,
y quebradas las letras y sus ilusiones.

los adobes son...
y se desmoronan con el sol,
los adobes quiebran de dolor...
y gritan para oirlos sin sabor.
los adobes me hablan...
y la locura les ayuda a escapar.
los adobes estan sordos...
y a su sed toman agua por sorbos.

grita en mis quebradas rotas...
porque queda en los adobes
los gritos de sus locuras las notas...

Envuelto.

Insensibilizado...
mi cuerpo calloso no siente,
cuando te pierdes en tu dolor... y en tu alegría.
Aislante retrógrado... me envuelves
me envuelves en silencio y en nada.
Y mi mente perturbada por el atradecer...
atardecer de tu sonrisa.

Insensibilizado...
como desconocido a otras compañías,
como desconectarme a las palabras...
y a otros gestos y quejos.
Quedo envuelto...
en una nube ciega sin dirección...
en una nube con nombre y silenciosa.

El peor de los versos los escribo en esta nube,
el peor de la nube... se queda en mis huesos,
en mi carne.
El peor de mis sentires... se queda...
y no siento
ni tu sonrisa ni tus versos...
mucho menos lo que queda de mi.

El peor de todos los versos...
queda envuelto... en esta bolsa sin verso...


sábado, 9 de octubre de 2010

Vuelvo a dESCRIBIR.


Quizá ya comience o recomience lo que empecé el año pasado... buscar un temario para esta bitácora. La verdad no lo encuentro, así como tampoco encuentro otra banda que pueda reemplazar mi gusto por la música de Radiohead. Sigo buscando un sentido a mis decisiones tomadas y a los caminos que estas me llevaron, en fin... tan complicado que no parezco tener una vocación científica. Mis días y mis últimos meses se han limitado a productos de inspiración y de mal trabajo pseudoliterario. Ni pensar que haré de esta bitácora una ventanita en donde doy noticias y doy mi opinión sobre ellos, no es que viva mi mundo y no sé lo que pasa allá en lo que me rodea, pero prefiero escribir lo que siento por cosas que no explico y opinar de mi mismo (de esta manera veo que no encuentro un conocimiento académico al que me incline). Aquí expongo lo que soy un voluble personaje que no existe en el mundo que todos conocen, un desconocido en la esquina de mi casa que no encuentra dirección ni tema para el camino, una persona que encuentra lo que nunca busca y cuando lo busca lo deja libre: voluble como dije.

Y sigo escribiendo. Un tema bueno es lo que hice los últimos días, las últimas semanas y los últimos meses: last times. No hice nada para poder escribir, me dejé llevar por mis responsabilidades y mis desánimos a soñar y alucinar a solas el poder ser un escritor bohemio como Charles Baudelaire, o uno muy culto como Borges, en fin uno que al menos hubiese podido leer y no escuchado algún libro de MVLL. Por lo que esto explica mi mediocre --por no decirlo nefasto-- estilo, que no es estilo --es cualquier cosa menos eso--. Escuchar música del mp3 es un hábito en la combi o couster (bus) para mi, trato de buscar un buen lugar para escuchar tranquilo y sin problemas, leer en la combi ni hablar eso es como escuchar feas baladas (como la de ese tal Fonsi o tal Quique Iglesias), en fin, me pongo a jatear. Responsabilidades para este tiempo, ya no las quiero nomas que no se repita lo del año pasado: ¡Quiero Vacaciones! al principio del semestre. Pero estudiar para salvar el curso, una cuasi lejana meta. Dar una opinión estética de esas que damos los hombres, aunque sea para uno sólo: todos hacemos eso, aunque se aparente lo contrario en algunos. Eso hice, nada extraordinario, aunque hay cosas que se merecen la supresión en la memoria, hasta de su nombre hay que olvidarse.

Por qué no escribo sobre mi carrera, porque me "apasiona" odiarla, maltratarla, si pudiera la escupiría como si fuese la culpable de que me complique la vida, culpable de no encontrarle el gusto a nada, casi nada; culpable de ser como es, una carrera que vuelve fanáticos a las frutas podridas que la adoran; hasta podría culparla de decepcionarme de ella y de protituirse y darme, llenarme, de asco científico. Por qué la escogí... quería ser Sanmarquino como de lugar... sí un "tirapiedras", un "resentido social"... lo peor es que soy antisocial y no tengo muchos amigos, así que no sé qué resentimiento puedo tener. otra respuesta por qué escogí mi carrera, es el estudio científico que en ella vi, lo que me atrajo. Y otra, la que pesa en mi sufrida sociedad... "da plata pe", así dicen de entre todas las que decía que me "gustaba" --ojalá así sea por quienes siguen pensando eso, yo ya no me incluyo--. En conclusión se ha vuelto una mierda mi vida universitaria desde conocí a la Microbiología y Parasitología.

¿Sigo con lo que me pasó? No, si nunca escribí lo que me pasó. Aunque valiera la pena, no lo haría. Sin embargo algún día lo haré... tan voluble como lo dije.

Y me cansé por la noche y la última estupidez que escribí...





domingo, 12 de septiembre de 2010

Desechable: no retornable.


No me quemes en la leña verde,
no me mezcles con esos humos de aromas...
se disipan por el techo de tu planeta,
se concentran tus nubes de mis desechos
y se precipitan en los polvos de los desiertos,
y se siguen quemando con los brillos del sol.

Arrancame el sentido de morir y vivir...
Arrancame mis límites que siguen por los aires
devuelveme mi existencia y mis dolencias,
devuelveme lo que nunca pudiste quitarme.
no quieras desecharme en los lamentos,
no quieras los llantos porque ya están muertos.

Y escribiendo desde la basura,
desde los polvos, las cenizas y tus nubes
sigo viviendo siendo desechable
sin retorno... a querer, besar y abrazarte.
Y en cenizas volátiles retorno a tus hombros,
a tus aires, comidas y futuros escombros.

Ya no quiero tu sonrisa, ni la voz de tu costo...
ya no quiero ni la luz de tu rostro,
prefiero los abismos entre los gritos y besos,
prefiero mis cenizas en que me convertiste...
y acompaño los desiertos de piedras y gemidos tristes,
y acompaño lentamente el tiempo sin ser felices...



domingo, 20 de junio de 2010

Prohibido mirar.



No me mires que del viento caigo,
y tu sincera presencia derrumbará...
mi letra, mi lápiz y los vientos del huracán.

No me mires que en agonía riego...
con sequedad tus besos que olvidarán
sin pena, sin esa aroma... sin mi voluntad.

No me mires para llamar tu recuerdo...
con la esperanza que me desaparecerá
en medio de la lluvia y con mi rostro a la mitad.

No me mires para escribir...
y no me busques porque...
porque siempre me encontrarás.

No me mires para que me encuentres
cansado de mis palabras...
cansado de preguntar, de mi nombre...
y mi tosquedad.

jueves, 27 de mayo de 2010

Hoy... escribiendo incompleto.

A pesar tenga mucho que hacer, estoy volviendo a escribir en esta bitácora que está perdiendo su periocidad. Con dos entradas por mes en los últimos meses ya no es un problema de aislamiento o de tendencia antisocial y pseudonarcisista, sino un problema de conciencia y de autocrítica: escribo muy mal, por ello, no soy escritor, es más, no nací para ello... y lo peor es que creo que necesito ayuda ¿Puede alguien escribir cuando a lo mucho puede leer el prólogo de un libro, y lo demás lo deja para que lo lean el polvo y los ácaros? Pienso que más del 99.999...9% contestaria que sí.

Otro problema de no poder ser escritor es que el hábito de leer nunca lo tuve muy arraigado, y por eso... mal crítico literario. Razón más para perder los ánimos de escribir, prefiero perder mi tiempo en buscar mis demonios y al encontrarlos, en lugar de sacarlos eliminarlos... lo dejo por miedo. Ahora si quiero cambiar... ya me cansé de estar en ese plan de repetir hay que cambiar: no lo haré. Pero, ¡ay qué mañana es esta en las que estoy escribiendo!

Sí, que mañana que hasta el sol ha salido, parace querer hablar con todos y decirnos que no se olvidó de nosotros. Que el día de ayer cuando lloro el cielo votando pequeñas lágrimas y respirando olor a óceano condesado de él: qué mañana la de ayer, también... Hoy como todo lo que hago quedará incocluso esta entrada: es hora de encerrarme...

Sistem of a Down - Aerials.mp3

lunes, 3 de mayo de 2010

Frío fuego.

Si pudiera ser tan simple...
escribirte si lo leyeras,
si fuera tan simple...
abrigarme con tu frío... con tu silencio.
Tan simple, que no conozco esa tu indiferencia...
ese capricho y esa respuesta.

Si pudiera escribirte... sería simple
sin estar inspirado.
Sin encontrarte... tan simple en tu fuego.
Ese fuego que es frío en lo simple.
Y ese mi capricho complejo... en mi frío
Dame calor pero no del frío.

Y si me das frío, no me des fuego.
Es más... sacame el carbón y la leña...
aleja esos besos que por inflamables...
Frío fuego.
Quítame el calor de tu frío fuego,
dejame tus tibios recuerdos... no los escalosfríos.

Contestame en este invierno,
no conozco... haré que no conocí tus fríos,
haré que no conocí tus fuegos,
que por calientes mis emociones y sentimientos...
han quedado fríos.
Algún día te desconoceré... mujer de los fríos fuegos.

Y te desconceré tanto... que olvidaré el sol.
Olvidaré la luna y la tierra.
Contestaré el invierno con cerrar mis ojos...
andaré ciego y te desconoceré en la neblina...
con frío abrigandome... con agua.
Y si fuera simple el agua que apagó el fuego.

Postdatas copiadas...
¿Hay postdatas?,
mis sueños me intrigan...
y no son metas,
No hay dedicatorias.

[Un nuevo post, de nuevo, ya era hora] [primer post del mes cumplañero] [vuelvo a repetir no lo dedico y por suerte tuvo algo de inspirado]


lunes, 19 de abril de 2010

Cuarentaiseis.

Este número, aunque parezca difícil de creer, coincide con la edad de mis padres --o bueno por cumplir este año-- y con la cantidad de entradas editadas en esta bitácora. Pero hoy me animé a escribir, y para seguir con las coincidencias, hoy comenzaron los deberes académicos en la universidad, y claro es el año del Tigre. También es el año cuando mis padres van a cumplir 25 años de casados. Y si restaríamos cuarenta al título de la entrada serían seis... seis años que han pasado desde que me anime a jugar al poeta, escribiendo a esa musa que es reemplazada casi siempre por la nada, sin tener frutos y sin ser poeta sigo escribiendo algunos versos aunque cada vez más malos. A todo esto resumo que sigo siendo malo para los números.

Es mi cuarta semana desde que regresé y lo he dejado al olvido este espacio, con eso concluyo que mi blog estaba en el más absoluto olvido. Los días en mi casa son los mismos, tanto que hasta los ánimos no cambian desde que cambió el año. Sin embargo, mis ánimos luchan por dejar de lado a esos que aún me quieren aprisionar, ergo fracasando en el intento. Pues en estas dos últimas semanas mi paciencia que se había sobrepuesto en casi dos meses se tomo unos días libres y fue reemplazado por mi irritabilidad, los factores fueron quizá muchos, uno de ellos las mil y un choteadas sea por teléfono, msn y una que otra red social --mucha importancia y consideración como desconsideración, sí aún es temprano para haberme dado cuenta--. En fin los días libres de la paciencia ya estan muy largos y la debo dar calentamiento para que siga luchando contra la irritabilidad para que vuelva sobreponerse sobre la irritabilidad... como leí en un blog por ahi y como se dice cuando ya debería haber llegado la hora: "ya toca ya"

Y mi duda vocacional esta reacomodandose, pero sin ser el hincha como mis demás compañeros, dejo que el proceso de reacomodación de mi vocación siga solo. Escuché, me avisaron y hasta leí de una conferencia internacional de un tema de importancia para la carrera que sigo y claro de interés científico, que por razones de flojera, pereza o holgazanería no me animé a ir; o bueno, otra razón sería que no le doy el interés que debería... simplemente no me interesa. A esto, la reacomodación de mi vocación es un mero pretexto o el desinterés es un indicador que mi vocación no se reacomoda. Sin embargo, ya debo poner mi toque, mi granito para que esto se defina... ya estoy en caballo corriendo, entre los últimos ginetes esperando el mensaje divino si lo que sigo es correcto, ya no estoy para otro caballo con la misma duda. Así que, a seguir con el mismo caballo sin llevar esa espera y viendo cómo los vientos limpian esa niebla que me impedía ver el horizonte que elegí seguir en ese camino...



Ahora comienzo de una semana, es lunes y a pocos minutos de ser martes, y mis matemáticas siguen fallando y mis números sigo perdiendo, hasta olvidando, puedo decir que ese nombre del número es insignificante para ser título; sólo asume alguna importancia por la edad que tendrán mis viejitos y de suma importancia en mi blog, mas no en mi vida, porque es la entrada número cuarentaiseis (46)... Hasta podría decir insignificante para todo, incluyendo este post ¡Qué contradictorio!

¿Regresarán mis copiadas post-datas?
¿Regresaré a escribirte desconocida?
¿Regresará... hacer nada?

[Extraño... pero es buena señal] [Lejos muy lejos. Hoy, cerca tan cerca que ya estoy lejos] [¿Mañana será el pie izquierdo de nuevo?]


jueves, 15 de abril de 2010

Tardanza.

No me sirve hacer nada,
se pierden mis intensiones en palabras,
me pierdo al reconocer el alba,
no te entiendo esa pasión que se guarda.

Se reciben los versos postrados...
anclados en el mar, en el cielo, en el barro;
no me escribe la voz, tu cuerpo de prado...
no me hablas silenciosa alegría que ha mudado.

No escribo, ya no siento...
ya no siento tu presencia ni tu recuerdo,
llega tarde el día que no llegará y encuentro,
ya no siento el silencio verdadero puro de un espectro.

Llegué tarde, temprano en la tarde sin hablar,
pues la noche ya se había alojado sin anclar.
El sol llega tarde y el otoño sopla en el alba...
De vuelta las intenciones quedan y mueren en las palabras...

Tarde el aire las retiene,
mi silencio se rompe en el grito del vientre...
Otra vez tarde mis palabras sin dientes,
otra vez tarde sin versos y sin... quienes.

sábado, 3 de abril de 2010

Sin nada que escribir...

[Me estoy conviertienedo en una especie de fanático... o es que me he vuelto un compulsivo escuchante de Radiohead...]

martes, 30 de marzo de 2010

Regreso.

Casi dos meses fuera de mi rutina, fuera del estresante ambiente y dentro de mis incertidumbres por desafiar. Estuve de viaje, alejado de lo que me cause resentimiento y cerca de aquellos que no se me olvidaban y a los cuales tenía que poner un parche. Emprendí el viaje una vez acabadas las actividades que me mantienen colgado de algo que quiza desconozca profundamente. Fue un viaje con un destino conocido, un destino que me conoce, un lugar donde mis emociones nacieron y vuelven a morir, que me hace recordar cuan bien me trata y extraña. Estuve lejos, me fui lejos.

Algunos días buenos, algunos días malos, algunos días con sorpresas algunos tenían su matiz rutinario. Me hicieron olvidar lo que conocí en mi rutina, me hicieron desconocer mis malas costumbres (usar el msn, escribir en mi blog, ver fotos en el facebook y algunas veces ver videos). Volví a ver rostros conocidos y me los volví a presentar, rostros con buenos recuerdos, y con los que compartí buenos momentos ayer y cuando estuve con ellos, rostros que escucharon y fueron enronchados con orejas... Otros rostros me sorprendieron me abrieron y cerraron los ojos, rostros que ignoré y rostros que busqué en vivo lo que manifestaban sus fotos. Y voces que mi celular no había captado ni transmitido y que mi dependencia al "cel" buscaba conectarse. Tambien voces que ya había escuchado y que son constantes en las noches...

Sin embargo, estos días tenían que terminar. Mi regreso ya estaba planeado, con algo de duda, pero una noticia aceleró y concretó la decisión de viajar, de regresar. Una noche, una de las voces de la que es suave, bromista y triste a la vez, llamo avisando que era urgente lo que tenía que hacer --tomarme las fotos para el carné universitario--, me dije bueno el viaje estaba planeado en un 85% entonces con esa noticia la decision se completó ya estaba la razón más lógica --porque del todo no quería regresar, ese era el 15%-- para emprender el viaje, eso justificaría con los demás mi regreso. La decisión ya tomada en unas horas y en menos de una semana me dió permiso para anunciar y disparar a diestra y siniestra la noticia de mi ida de esa ciudad conocida y de regreso a mi rutinaria vida. Avisé a familiares, logicamente entre ellos mis padres, mis amigos y algunos nuevos amigos.

Había, porfín, tomado físico para correr tramos grandes --en serio, ya quería tener nociones de maratonista--, pero después del segundo día, con la decisión puesta, comencé con los tradicionales quehaceres del viaje (los quehaceres previajeros). Esto causó que se frusten mis intenciones casi atléticos de formar un ilusionado por ser deportista olímpico. Sin embargo, las invitaciones a las casas de los familiares, en la semana previa a mi viaje de vuelta, no pararon porque creo que visité a muchos y faltaron sólo dos --contabilizando--.

Luego de tantas últimas visitas --últimos almuerzos, lonches y trasnoches-- me dedique a buscar los equipajes que uno recoje o compra por las calles, para llevar a los conocidos, y que algunos esperan en medio de sus bromas. Algunos recuerdos comestibles, otros usables y tan solamente de adorno, inservibles que solo sirven para mostrar. Se compran de a unos, se compran de a muchos. Asi me pase mis ultimos días antes del viaje, caminando por las veredas y tiendas buscando...

Sí, buscando como en las noches lugares para mi comodidad, sentencias que me digan pretextos para regresar, novedades que me impidan instalar mi silencio y mi voz en un lugar que me hace olvidar la bulla, un lugar que me da de comer en memorias de actualidad. Buscando, etiquetas para regresar olvidando. Olvidar donde estoy y a donde debo de llegar en mi regreso. Regreso olvidando lo que pasé, olvidando que debo odiar, querer y amar lo que dejé, lo que dejo.

Llego el día de partir, no tuve una mala noche como otros fines de semana, a pesar de haberme tomado alguna cerveza. En la mañana aliste mi ropa, las ordené las metí en mi mochila --porque no tengo maleta-- metí algunas cosas que escondí por allá, las saqué a la luz. Metí mi infaltable mp3, descargué algunas fotos de mi sobrina --sí ya soy tío, por parte de mi primo--. Luego busqué cajas para guardar y si pudiera también guardar lo que busco ser para cuando me necesitara ya saber donde encontrarme.

Ya a la hora de partir no pasó mucho drama. Era lo que menos quería mi estado de animo, lo que menos quería era una despedida dramática. Solo quería un simple chau. Con unas últimas visitas familiares, ya estaba preparado para tomar mis cosas y emprender mi regreso con falsas ancias de volver. Tomadas mis cosas y ya en el bus solo dejé pasar el tiempo para partir...

[una canción que no sé si vale la pena repetir y la otra que me gusta][pessss]



martes, 9 de marzo de 2010

Cristales opacos.

Los cristales están opacados, a mi regreso esa ventana de mis deseos, mis miradas al panorama extrañable, mis búsquedas a las más cursis de sus presencias... con sus cristales opacados. Es así mi alma en la alegría, en mi tristeza y en mis largas noches sin poder dormir, así para olvidarme del sueño, para vendar los opacos cristales que la noche oculta. Acompañan a los testigos de mis ilusiones por la ventana. Acompañan a los cristales de mis frustraciones, y todas mis emociones englobadas a una cosa, a una vista: la calle de sus pasos y de que alguna vez negue ver su mirada.

Una bolsa también acompaña mi escritorio que se va llenando de libros incompletos porque no los termino de leer. Una bolsa de basura al lado de la mesa que me sirve para todo: dejar mi ropa, mi poema de cáscaras, los globos de agua que no use porque me aburren, los apuntes que había olvidado y las botellas de agua que no sé para que guardo. Unas bolsas al lado de la mesa que también es mi escritorio. Escurridizas en el viento de la calle que no entra por la puerta, sino por la ventana de cristales opacos que dejan pasar pocos haces de luz para iluminar las bolsas opacas y casi casi coloridas.

Una caja de carton viejo, no lleva piedras, pero aún así pesa. Quizá lo sean, porque son boletines y compendios que no han sido abiertos en muchos años: a punto de fosilizarse. Una caja que contempla la ventana de vidrios opacos. Una caja, testigo de que la bolsa acompaña a la mesa. Un archivero de fósiles de papel periódico y bond que quizá algún día serán carbón. Una caja que espera servir de algo. que sirve para guarar y hasta patear... de pura casualidad.


Mi único mirador de su panorama
con cristales opacos,
aunque los cristales sean invisibles,
el panorama es pardo.
Mi visión de las bolsas que veo
el panorama solo es un barranco,
panorama incompleto
con o sin cristales opacos.

La caja testigo borra el deseo
de dar, hacia mi vetana, pasos.
Los pasos acompañantes del techo...
no son mas que de gatos.
Las caja perdió sus poemas
guardó todos sin, de los poemas, sus rastros.
El olvido del panorama
su camino arrastro.

[Creo que estoy recayendo a la "celudependencia"][Con fuerza debo luchar contra ese defecto]

lunes, 22 de febrero de 2010

Lejos.

Hace más de una semana y casi dos semanas en una ciudad fria, sin extrañar la rutina y la escalofriante ruta de todos los días del año, me encuentro sin ideas, sin nostalgia y sin mi vida robótica sin recibir ni buscar noticias amplias y tal vez sin mis lecturas dominicales de algunos columnistas de mis diarios favoritos, me encuentro en el exilio en una ciudad que me vio nacer, me vio dejarla, me vio reconciliarme con mi regreso y luego otra vuelta, para luego convertirme en su visitante.

Y esta vez no vine a probar tal amistad que dejé por añejar, lo tuve que desechar. Esta vez vine a olvidarme y encontrar lo que había dejado una vez. Sin embargo, comienzo a resignarme a seguir buscando, ya que todo siempre estuvo a mi lado, al frente mio , en mis hombros y acaricandome el rostro, diciendo aquí estoy --las respuestas asi me trataban. Por supuesto yo indiferente a ellas seguía buscando lo que en realidad debo dejar atrás. Lejos, y en el exilio de las estresantes voces de mi interior (que siguen conmigo) y del exterior (que las encuentro en el msn y en mi rutina, con esos nombres y esos sonidos de sus cuerdas y percusiones), trato de escribir sin irritables interrupciones, trato de rescatar algunos conocimentos perdidos y trato de continuar y acomodar en mi vida algo nuevo que pensé perdí (me doy cuenta que nunca lo tuve).

Y si por alguna amistad no es la que dejo añejando, no es esa amistad. Es esa que estuvo a mi lado a pesar de la distancia, es esa que a pesar de la incomunicación no existen resentimientos, es esa que, a pesar de la tanta confianza y sinceridad, siempre hay algo que se oculta, y que luego de ser revelada no existen los reproches ni existe esa poca desconfianza; también, es aquella amistad en donde la tolerancia se materializa sólo dentro del círculo --quién sabe como será fuera de él.

En este, mi aislamiento (como monje tibetano), está mi rehabilitación mental, física y incluiría, también, académica. Aquí en mis sesiones y antes de ellas, también se definió el perfil del blog, de este micro y nano espacio en la red: no es de vocación literata, sino un espacio de desahogo personal. Atrás y fuera quedan los problemas comunes a mi sociedad y a mi gente, a pesar del interés. Por ello este blog, en mi casi parecida rehabilitación y un poco antes de ella, es por momentos el vomitorium de mis malas ciscunstancias, el cine 3D de mis momentos que no se olvidan, mi reproductor de mp3 que escucha las canciones una y otras vez con repeticiones o sin ellas, y la exposición de mi vida explicada de manera tácita y con detalles desinterantes (excluyendo mis momentos de extasis muy intimos). Todo ello, quizá, fijado en lo lejos de hasta de mi.

Esta vez vine a mi conocida lejana ciudad, y estoy extasiado de tanto olvido de mí, de los demás, de la importancia de la especialidad, de los rodeos, de los compromisos, de mis superficiales gustos, de mis raras tentaciones y de mis formas de extrañar los románticos aromas. Ahora me alimento de amnesia, de buenos recuerdos, de gustos pasados, de experiencias mal practicadas (para no volver a cometerlas), me alimento de caminatas nocturnas y diurnas, me alimento de miedos antes de dormir para depertarme valiente para enfrentarlos.

Y hoy caminaré en la noche sin saber a dónde caminaré, hasta qué hora y si tendrá fin. Caminaré sin buscar, sino comprendiendo lo que está a mi lado, comprendiendo lo que debo de implementar y lo que debo desechar de por vida. Caminaré lejos, mirando el panorama con espejo retrovisor, escuchando lo que soy y con estoicismo seguir caminando sin buscar el fin, sino, la continuación a lo que hice hoy y antes.

jueves, 4 de febrero de 2010

Nanoentrada.

...O "nanopost", últimos días de tortura al perezoso que alojo en los días de estudio, felizmente tengo tiempo, pero no mucho, para la oxigenación a mi último desastre...Este es un nanopost, que resume lo que haré, seré y destruiré en cuatro soles y cuatro lunas en sus días y noches, con sus atardeceres; de lo que fui queda bastante y no he cambiado a pesar de mi espera (que es la peor táctica para cambiar) y a pesar de mis malas decisiones...y perversiones desconocidas.

Hoy esciribo el post que me puede llevar minutos y no horas, es nano y quiere crecer. El año nuevo no termina y siento que la noche de navidad no ha pasado y que la entrada al año nuevo se ha detenido --el año está corto y la navidad no ha existido.

Ya faltan pocos días y sólo tengo un muerto por resucitar y lleva mi nombre, las piezas de sus identidades se han mezclado con la densa neblina de este verano, y se dilatan con el calor del mediodía, luego los resultados en papeles se imprimen y dan signos de sobrevivencia parcial de su cabeza. Con dos batallas ganadas, una impredecible que del azar espera suerte y una para resucitar y no tomar rebeliones en mi sociedad neuronal (locura); se espera una guerra ganada, apagada y cristalizada en el museo de entre mis recuerdos.

Nanopost que carece de significado, carece de importancia, carece de estoicismo, carece de penas, de obseciones y de persecuciones a relevancias. Pues sigo admirando a Charles Baudelaire, sigo sin diferenciar lo importante de lo más importante, sigo con mis miedos a no saber y haberme perdido entre tanto conocimiento, son con mi superficial alegría y pseudofelicidad y sigo obsecionado de mi recuerdo del humano que fui alguna vez y con las relevancias que alguna vez soñé. Nanopost que me señala como el marciano que alguna vez escribí un post y que vive en un paranoico medio cretino.

[Ni penas ni glorias la última batalla y se acabó]

martes, 5 de enero de 2010

Dia con D.

D de decisivo, día con apuros, una tarde donde preparo las presentaciones para una exposición de temas que en realidad se desacomodan a lo que en relidad estoy pensando. Será el nerviosismo, estoy concentrado en el tema y no me parece estarlo. Será mi demencia universitaria que no sólo en mi mente ronda los conocimientos impartidos por mis maestros, conocimientos que encuentro en textos de grueso aspecto y de hojas delgadas; sino también la alocada activación de mis neuronas por las hormonas que aumentan a mi edad.

Qué comienzo encuentro, cuando no se qué es lo que hago, no puedo así encontrar el final de esta embarrosa alegría, tristeza, melancolía y cuasibúsqueda de la felicidad. Sólo me siento una máquina que mira hojas impresas y las transcribe, me siento computarizado pero con otra idea en la cabeza. Mi lado humano se ha ocultado este día. Este día es el de la máquina ineficiente y obsoleta en conversaciones y por pereza, pero nueva y eficiente cuando se trata de librarse de los problemas que producen las hormonas en mi cuerpo humano, de los fatigados pensamientos de cortejo y apareamiento de mi sentido biológico, cuando quiero escapar de los mandados y favores para otras personas: padres, hermano, amigos y yo. Es mi forma maquinista el escape el aislamiento para este día con D... de desicivo.

Es un día con D porque decidiré si me puedo rebelar o no, saldré de mi común comportamiento, tomaré unos tragos de alcohol medicinal para el valor que debo tomar...no es necesario, ni con el alcohol más efectivo puedo mandar a enterrar casi tres años de desórdenes y ordenamientos breves, aunque lo quiera no me puedo ni desafiar por lo que no puedo desafiar a otras personas. Día con D, que es de diferencia, ya comenzó mi diferencia para lo que fui el año anterior, a pesar que siga en el mismo año académico. Y vuelve la D de decisiones, porque ya estuve tomando otras --las cumplí-- ahora tomé otra, no me dejaré detener por los obstáculos aunque sean importantes y necesarios sobrepasarlos...

Mas no es un día con D de definición, ni desiciones para lo que yo busco...no sé que busco, no sé qué es lo que quiero.

Búsqueda en la definición.

Busco la diferencia de alguna indiferencia...
Busco definir lo que con practicar se conoce...
Busco el sol en unos labios y en unos ojos que no veo...
Busco encontrar definición a los silencios míos y los suyos...
Busco encontrar las estadísticas de daños y cicatrices, temo...
Busco anuncios que diga de alguna existencia...
Busco la definición de dolor dañino en el humo...
Busco en la oscuridad la definición de su nombre...
Busco cómo borrar mi nombre de su nombre...
Busco la D de definición y desición que mantener...
Busco la definición de la decisión que tomé...
Busco en la definición mi existencia.


[Hoy si hay videos =P]



viernes, 1 de enero de 2010

Día uno.

Después de más de un mes empiezo a volver a escribir, y es triste no haber podido escribir por navidad por muchos sucesos que evitaron comunicarme con el teclado, la pantalla y los pocos que leen esta bitácora. Y vuelvo a escribir en el primer día del año, despues de una noche de celebraciones. Sin embargo, esa descripción de una gran noche no encaja para muchos "años nuevos" que haya vivido, casi siempre tenía que ver como mis papas iban a una fiesta, como los "grandes" se divertían, mi única opción pasarme la noche durmiendo. Este dilema aún lo sigo viviendo, se corre con el pasar de tiempo, se ha vuelto en una especie de costumbre, como si estuviera destinado a no celebrar como los demás un año nuevo. Esta reflexión me trajo la idea de hacer un análisis qué cosas hice y qué cosas hacer.
Ya un poco sobrio del pasar de la madrugada y porque mis ojos en el día cuando la luz del sol alumbra, asi se encuentre nublado el cielo, se abren y mas no producto de la resaca, porque no hubo tal tradicional borrachera de fines de año --típica tradición en las sociedades occidentalizadas. Escribo qué espero para este primer día, valga también decir, y qué espero este año. Para este día espero poder cansarme de esperar respuestas a los mensajes que por producto de una lúcida diplomacia y una "metarrazón" envié con cordialidades... en fin, llegue a disimular conmigo mismo mi indiferencia a la importancia de tales respuestas. Fui indiferente a que en realidad me importaba esas comunicaciones que iban más allá de un simple gesto diplomático de amistad.
Indiferentes fueron mis actitudes a cuanto beneficio incondicional tuve. Indiferencia es lo que recibo de pago a lo que digo, pienso y hasta ignoro. Espero cansarme de estar esperando cosas que en verdad quiero que sean directas por más dolorosas sean la palabras usadas en el confesionario, un simplemente: "no jodas", "no me importa lo que haces", "no importa lo que digas", "no tengo saldo para contestar", "no tengo saldo ni cabeza para hablar", "estoy viendo mi novela, no molestes" o "mejor no llames porque no te contestaré". Espero cansarme de esta desquiciada idea de formular hipótesis de los pensamientos que reflejan esas frases y que tienen una idea que me hace verme como un verdadero demente por recibir mensajes contestados. Eso espero este primer día y que el resultado anual sea que mi demencia por recibir esos "mensajes que me sorprenden", sean temporales y de poca importancia para mi en el presente y en el futuro... Un problema resuelto de mis desequilibrios.
En el año no espero que venga de otros lo que quiero, espero mucho de mí, espero mucho las respuestas a mis dudas y que están en mis ojos, me falta mucho por interpretar tales acertijos de mi vida, codificar esas nubladas señales de los caminos que debo elegir... Espero dejar de tener esa imagen de ídolo, que por mecanismo de defensa mi personalidad aflora para defender mi baja autoestima, para dejar de ser indiferente a los resultados de algunas desiciones. Espero mucho lo mejor para los demás, para aquellos que no conozco y que podrían caerme y para aquellos que conozco y no les agrado, para todos ellos --y todos en general-- no los deseo un feliz año (eso indica felicidad, indica que no pasara nada malo, es muy absoluto y eso no existe), sino un que tengas un año excelente (eso indica relatividad, muchas cosas buenas y pocas cosas malas, un resultado neto positivo)*.

[*para mejor entendimiento leer: Busco Novia (clikea)] [si algún lingüista u otra persona ve errores y horrores lingüísticos háganlo saber en los comentarios]