jueves, 15 de abril de 2010

Tardanza.

No me sirve hacer nada,
se pierden mis intensiones en palabras,
me pierdo al reconocer el alba,
no te entiendo esa pasión que se guarda.

Se reciben los versos postrados...
anclados en el mar, en el cielo, en el barro;
no me escribe la voz, tu cuerpo de prado...
no me hablas silenciosa alegría que ha mudado.

No escribo, ya no siento...
ya no siento tu presencia ni tu recuerdo,
llega tarde el día que no llegará y encuentro,
ya no siento el silencio verdadero puro de un espectro.

Llegué tarde, temprano en la tarde sin hablar,
pues la noche ya se había alojado sin anclar.
El sol llega tarde y el otoño sopla en el alba...
De vuelta las intenciones quedan y mueren en las palabras...

Tarde el aire las retiene,
mi silencio se rompe en el grito del vientre...
Otra vez tarde mis palabras sin dientes,
otra vez tarde sin versos y sin... quienes.

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