martes, 9 de marzo de 2010

Cristales opacos.

Los cristales están opacados, a mi regreso esa ventana de mis deseos, mis miradas al panorama extrañable, mis búsquedas a las más cursis de sus presencias... con sus cristales opacados. Es así mi alma en la alegría, en mi tristeza y en mis largas noches sin poder dormir, así para olvidarme del sueño, para vendar los opacos cristales que la noche oculta. Acompañan a los testigos de mis ilusiones por la ventana. Acompañan a los cristales de mis frustraciones, y todas mis emociones englobadas a una cosa, a una vista: la calle de sus pasos y de que alguna vez negue ver su mirada.

Una bolsa también acompaña mi escritorio que se va llenando de libros incompletos porque no los termino de leer. Una bolsa de basura al lado de la mesa que me sirve para todo: dejar mi ropa, mi poema de cáscaras, los globos de agua que no use porque me aburren, los apuntes que había olvidado y las botellas de agua que no sé para que guardo. Unas bolsas al lado de la mesa que también es mi escritorio. Escurridizas en el viento de la calle que no entra por la puerta, sino por la ventana de cristales opacos que dejan pasar pocos haces de luz para iluminar las bolsas opacas y casi casi coloridas.

Una caja de carton viejo, no lleva piedras, pero aún así pesa. Quizá lo sean, porque son boletines y compendios que no han sido abiertos en muchos años: a punto de fosilizarse. Una caja que contempla la ventana de vidrios opacos. Una caja, testigo de que la bolsa acompaña a la mesa. Un archivero de fósiles de papel periódico y bond que quizá algún día serán carbón. Una caja que espera servir de algo. que sirve para guarar y hasta patear... de pura casualidad.


Mi único mirador de su panorama
con cristales opacos,
aunque los cristales sean invisibles,
el panorama es pardo.
Mi visión de las bolsas que veo
el panorama solo es un barranco,
panorama incompleto
con o sin cristales opacos.

La caja testigo borra el deseo
de dar, hacia mi vetana, pasos.
Los pasos acompañantes del techo...
no son mas que de gatos.
Las caja perdió sus poemas
guardó todos sin, de los poemas, sus rastros.
El olvido del panorama
su camino arrastro.

[Creo que estoy recayendo a la "celudependencia"][Con fuerza debo luchar contra ese defecto]

1 comentario:

El Perro Canalla dijo...

La vida esta llena de contradicciones, de historias sin terminar, de párrafos borrosos, de miedos eternos y desgarradores, de cristales opacos y demás rarezas; pero el tiempo Kalo, el tiempo ayuda a deslindarte un poco de tu vida y construir una paralela, una que sí es la que quieres vivir, una que, aunque no es la real, te llena, te tranquiliza, te dopa hasta el punto de hacerte olvidar y empezar de nuevo, una que te hace creer que así naciste y así moriras. Alaaaaaaaa! estamos demasiado fumados juaa juaaa! Saludos gordo... MIKO -alter ego-