viernes, 9 de octubre de 2009

La resistencia de los malos hábitos. (Inentendible iii)

Cuan dificil es volver a seguir adelante, seguir un camino que por elección resolvió el futuro que ya estaba empezando a imaginar y soñar, y en el cual di mi primer impulso a relizarlo, ergo por caminos truncos me cuesta buscar entre tanta espesa niebla tan perdido sueños. Se han cerrado con cercos, no se...el corazón, las emociones y los deseos, mi libertad no es completa. Este post espero sea una forma de liberación. Pues ya en dos post anteriores anunciaba mi tan deliberado entusiasmo por renovarme, pero la ira no corre de mis sentidos y sus razones es el no hacer nada por cambiar el camino que estoy buscando.

¿Indeciso?

Prefiero no llamarlo de esa manera porque lo estoy. Lo que prueba lo decidido en que estoy, es haberme destapado, en cierto grado, al decir algo que en realidad siento no seguir ocultando lo que siento. No dude en decirlo, simplemente me llené de miedo, no a equivocarme o quizá hacerlo sino a la reacción que debo enfrentar.

Decir lo que uno siente es tan dificil como dormir sin tener sueño -porque no duermes-, confesar algo hermoso o terrible construye desde antes la ilusion o simplemente desmoronarlas. Estas confesiones merecen desiciones teniendo en cuenta los resultados que sean: malos o fructíferos (que hacen valer la pena). Estos resultados se manifiestan en muchas reacciones, las que son para olvidarse y las amables o simplemente demasiada horribles y tiernas a la vez (despedidas). Si tan decididamente voy a confesar no debo arrepentirme después eso es un error.

Espera.

En espera estan algunos mensajes, algunos titubeos de disciplina, de ira correctamente canalizada para alcanzar mis sueños. Mi error, no encuentro el camino que perdí, porque espero que la niebla se disperse...mi error esperar y no buscar. Espero respuestas, y espero que se vayan las malas costumbres que se resisten a irse de mis hábitos, malos por cierto.

Los malos hábitos.

Desinterés. Mi decisión de continúar mi camino perdido se concreta con recuperar el interés hacía los que elegí seguir, dejar atrás lo que acaba de pasar por el camino de piedras sin buscar culpables. Dejar de buscar la causa de este mal hábito, soltar las fuerzas para seguir adelante. Indisciplina. Tan tenaz como el sueño que me envuelve al despertar el día y al evadir las charlas nocturnas donde el silencio y las ganas de filosofar sin buscar el destino, sono el qué pasará o el qué hubiera pasado. Esta habitual reliquía ya debe quitarse del museo de mi pasado y del programa de mi presente. Dormir y dormir. indicador de mi mala salud, tanto física como mental, quizá se desvaneció en la primera semana, pero ya regresó como hijo prodigo de las costumbres adquiridas en tan pedregoso camino desviado y inubicable.

Su resistencia depende de mi, es mi hora de cambiar así lo decidí. Debo concretar tales decisiones y olvidar. Tales promesas ponen de regreso tales irascibles reacciones contra mi. Esta vez subiré al bus correcto y ya no hay un "tengo que hacer...", ahora simplemente lo hago.

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