El rocío acompaña mi rostro
y es la sensibilidad de hombro
y es que no se esconde...
tan simple se manifiesta.
Es el sabor a agua mi voz
y es un desierto mis sentimientos
y es un castigo ser cierto...
que te quiero y no te quiero.
que te escucho estando sordo
y es que te hablo y soy mudo
y es que te toco cuando no existo,
pero te amo y no te amo.
y es tu odio,
y es mi orgullo,
y es tan débil mi voz,
y es tan débil tu delirio.
y es que te extraño
y es que no me amas,
y es que ya no te quiero...
y te alejas.
ya no sentido,
ya no hay mi rostro,
ya no te tengo,
ya no te quiero.
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