No me quemes en la leña verde,
no me mezcles con esos humos de aromas...
se disipan por el techo de tu planeta,
se concentran tus nubes de mis desechos
y se precipitan en los polvos de los desiertos,
y se siguen quemando con los brillos del sol.
Arrancame el sentido de morir y vivir...
Arrancame mis límites que siguen por los aires
devuelveme mi existencia y mis dolencias,
devuelveme lo que nunca pudiste quitarme.
no quieras desecharme en los lamentos,
no quieras los llantos porque ya están muertos.
Y escribiendo desde la basura,
desde los polvos, las cenizas y tus nubes
sigo viviendo siendo desechable
sin retorno... a querer, besar y abrazarte.
Y en cenizas volátiles retorno a tus hombros,
a tus aires, comidas y futuros escombros.
Ya no quiero tu sonrisa, ni la voz de tu costo...
ya no quiero ni la luz de tu rostro,
prefiero los abismos entre los gritos y besos,
prefiero mis cenizas en que me convertiste...
y acompaño los desiertos de piedras y gemidos tristes,
y acompaño lentamente el tiempo sin ser felices...